¿MUS para el 2012?

WILDA RODRÍGUEZ

PERIODISTA

Se discuten dos opciones que van a la médula de las premisas anteriores: (1) rechazar el fondo electoral, lo que ciertamente los diferenciaría de plano de los partidos existentes, y (2) concentrar su esfuerzo en la papeleta legislativa sin pretender competir para la gobernación y las alcaldías. Sabido es que yo apoyo ambas, por lo que espero con mucha atención el desarrollo de este proyecto.

Algunos aspiran a que el término soberanía se depure para excluir a los tibios de corazón que todavía hablan de uniones permanentes y ciudadanías vitalicias como si eso existiera. En aras de lograr una alianza anticolonialista yo estaría dispuesta a abrir la sombrilla grande y permitir que las realidades persuadan a las contradicciones.

Hay, por supuesto, quienes le auguran un rotundo fracaso al MUS. Yo no. Le auguré y le auguro un rotundo fracaso a cualquier embeleco político que pretenda jugar el juego de la partidocracia y el poder. Pero a un movimiento serio que estremezca la decadente democracia representativa para instalar una democracia participativa, no solamente le auguro posibilidades, lo auspiciaría.

Los anticolonialistas profesos, los desafectos de la partidocracia, los desengañados y los desafiliados dispuestos a entrar en una alianza nueva no son la mayoría. Tampoco debe esperarse un éxodo de los partidos existentes, sobre todo cuando se aspira a ganar con un voto de castigo a la presente administración. Pero cada día el Partido Popular Democrático mete más la pata, mientras el Partido Nuevo Progresista se reagrupa. No está tan claro el resultado de unas elecciones a dos años...

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