Músico de corazón

"Todavía tengo los primeros timbales que me regaló mi papá, y los quiero tanto que no los uso", revela entre risas el médico Carlos V. Rosario Sepúlveda para ilustrar su amor por la música.El cardiólogo, natural y residente de Mayagüez, dice que fue monaguillo muchos años "hasta que conocí la música, y a los 12 o 13 años empecé a tocar".Desde entonces, no ha parado y, ahora, a sus 64 años, no tiene planes de hacerlo. "De lunes a viernes, soy cardiólogo, y de viernes a domingo, soy músico", dice el también baterista.Su rutina diaria incluye atender pacientes en su oficina, hacer intervenciones quirúrgicas -cateterismos y marcapasos, entre otras-, e ir a la Clínica Perea y al Hospital Bella Vista a ver el progreso de sus pacientes.Los fines de semana toca con diferentes grupos, como Mayagüez Big Band y Mar Picao y, hasta ahora, ha grabado tres discos. Una vez al mes, toca en el Festival de Salsa en La Parguera, al igual que con Luciano Quiñones y su grupo Jazz Sonao, en la plaza pública de San Germán.Cuando se le pregunta cómo lo hace, inmediatamente responde: "No perdiendo tiempo en cosas que no valen la pena. Me programo. No juego golf, no juego tenis, ni tengo bote, como otros. Yo practico dos o tres veces en semana con las orquestas, toco los fines de semana, y lo programo. Si toco un fin de semana que estoy de guardia, cambio turno con mis compañeros cardiólogos", explica quien fue el primer médico y músico de su familia."Mi primer baile fue como a los 14 años, y no sé cuándo voy a tocar el último", se ríe. "No sé cuál me gusta más", afirma el galeno, casado con Carmen Doris y padre de Carla, Paola y Gabriela.En cuanto a la afinidad entre ambas disciplinas, dice que "son arte". "En la cardiología, hay música y matemática. Están los sonidos del corazón, que son pura música. Tenemos el electrocardiograma, que es un pentagrama, que es leer música, es ritmo. El ritmo es lo más importante en la vida. Si las cosas se van fuera de ritmo, no funcionan. El ritmo en la música y en la medicina están a la par", sostuvo.Sobre el aspecto social, indica que, "en ambas, compartes con la gente. En la medicina, compartes con los profesionales de la salud y con el paciente, y la música te permite compartir la alegría con la gente. El idioma universal no es el inglés, es la música", afirma Carlos, quien tres veces al año celebra un concierto de jazz en su casa para amigos y conocidos, en los que han participado artistas como Luis Aquino y Luis Marín.El...

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