Nace un nuevo héroe

Ágil, inteligente, moderna e indiscutiblemente entretenida. Así es la primera temporada de "The Letter for the King".La nueva serie de Netflix que estrena este viernes triunfa al mezclar efectivamente elementos de aventura, fantasía y mucho, mucho humor. De hecho, el tono de los seis episodios es una de sus cualidades más impresionantes. Desde el primer episodio los guionistas que adaptaron el libro homónimo de Tonke Dragt se encargaron de comunicar el concepto central de la serie para que apele a la mayor cantidad de espectadores posible.Lo genial es que lo logran sin diluir la esencia de la serie o presentar los elementos de la trama de forma genérica.Esta serie funciona maravillosamente bien porque le da su propio toque a los elementos y arquetipos que vienen con la jornada clásica de un héroe. Está el choque entre el bien y el mal, que en este caso sucede en un reinado medieval donde ya se ha establecido que este es un conflicto inevitable. El lado oscuro está representado por el Príncipe Viridian (Gijs Blom), que después de haber ganado las batallas en nombre de su padre busca apoyo de fuerzas malévolas sobrenaturales para poder usurpar su corona. El único que puede detenerlo es un adolescente que vive en las afueras del reino bajo la presión de las expectativas de su padrastro.Cuando el público conoce a Turie (Amir Wilson) él está convencido de que va a fracasar las pruebas para entrenar a ser un caballero del Rey. En otras palabras, al igual que Luke Skywalker en "Star Wars", este chico no aparenta ser el que puede salvar a todo el universo. Obviamente dos o tres virajes del destino posicionan al protagonista como el único que le puede llevar una carta al rey como evidencia del plan maquiavélico del...

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