NACIÓ PARA SER DH

uego de la fatídica huelga de 1994, Martínez arrancó la temporada de 1995 con nuevos bríos y nueva función en la alineación.

De los 142 partidos en los que vio acción, en 138 de ellos fue bateador designado.

Entonces, todo cambió.

Esa temporada acumuló robusto promedio de .356, con 29 cuadrangulares y 113 carreras remolcadas, además de liderar la liga en dobletes (52), carreras anotadas (121), porcentaje de embasamiento (OBP .479) y porcentaje de embasamiento + slugging (OPS 1.107). De esta forma ganó su segundo título de bateo de la Liga Americana, el primero conseguido por un bateador designado en la historia.

De ahí en adelante, Martínez se convertiría en uno de los bateadores más temidos en toda las Grandes Ligas. Ganó un total de cinco Bates de Plata (1992, 1995, 1997, 2001 y 2003) y repetiría el premio al mejor bateador designado en 1997, 1998, 2000 y 2001.

Además se transformaría en la figura más querida y respetada de la franquicia del...

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