Napa versus Napa

Por Paco Villón

Especial El Nuevo Día

Ella es Paula Kornell, la gerente general de una prestigiosa bodega del distrito de Oakville, con viñas sembradas a más de 1,000 pies de altitud. Él es Jim Barbour, dueño de otra bodega, situada cerca de la anterior, justo al sur de la ciudad de St. Helena, también en Napa Valley.

El estadio lo fue una mesa en el salón privado del restaurante Pikayo, del chef Wilo Benet, en el hotel Condado Plaza. Allí, Wilo desplegó sus talentos con un original menú de cuatro platos que fueron acompañados por siete vinos de Paula y tres de Barbour.

A Paula Kornell ya la conocía y estuvimos varios días participando en noviembre pasado del Festival de Vinos y Comidas que también organizó en St. Maarten Guillermo Ramis, quien distribuye sus vinos en la Isla.

Paula es alta, alegre y vistosa. Parece más la ejecutiva de una casa de modas que de una bodega de vino. Pero lo cierto es que nació y se crió en medio de viñas y barricas, pues su padre fue el fundador y dueño de las bodegas Hanns Kornell hasta que las vendió.

Una noche del mes de marzo, llegué un poco tarde con Madame Villón a la Cena de Vinateros con ella y su amigo Jim Barbour, quien es el dueño de la otra bodega que mencioné antes. Allí tuvimos una rara oportunidad de catar las más recientes añadas de sus vinos.

Nos sentamos junto a Jim y frente a Paula, a quien le dije al saludarla: "Paula, la última vez que te vimos, fue a través de la barra en el vestíbulo del Oyster Bay Hotel; estabas junto a un gran chef, Wayne Nish, y tenías en la mano una copa de Martini". Se rió y exclamó: "Sí, es verdad, ya a esa hora a todos nos venía bien un Martini".

Pero lo que Paula, Jim, los demás invitados y nosotros teníamos delante en ese momento eran dos copas de sus vinos: Oakville Ranch Chardonnay de las añadas de 2006 y 2007. Muy buenos vinos; color amarillo mediano, con complejos aromas, deliciosos en boca; el 2007 es de una fabulosa añada en Napa Valley y ambos maridaban muy bien con un excelente y atrevido Lenguado asado con espárragos y mermelada de bacon y albaricoques de Wilo.

Jim Barbour maneja su bodega junto a su hija Fiona, quien se crió allí mismo. Es un tipo muy simpático, con quien se pudiera pasar la noche entera conversando de vinos y de California.

Para el segundo plato, Pechuga de pato crujiente en una emulsión de chocolate, con setas colmenillas y...

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