A navegar entre góndolas y excesos

Jimena González Bernal

Se trata de la representación del hedonismo que se vivía días previos a la Cuaresma, para desfogar todos los deseos carnales que debían permanecer limitados al entrar a este período cristiano.

Sus antecedentes tienen origen en las fiestas romanas conocidas como Saturnales, que se realizaban para dar la bienvenida al nuevo año. Después de dos siglos de permanecer completamente enterrado, se retoma de nuevo para hacer su debut ante el mundo moderno, en 1980.

Se dice que en la época medieval, hombres y mujeres de la nobleza escondían sus rostros bajo máscaras, para no ser descubiertos mientras se mezclaban con la gente del pueblo durante el carnaval. A partir de este momento, la careta se convirtió en un elemento importantísimo de la celebración.

A lo largo del evento, entre la multitud hacían su aparición máscaras de arlequines, pantalones, polichinelas, escribanos, mattaccinos, colombinas, batutas y moretta, personajes que se retomaron de la comedia de arte que se popularizó en Venecia durante el siglo XVI.

Estos mismo seres extraídos del teatro, continúan haciendo acto de presencia durante los desfiles que inundan las calles y canales de la ciudad. Por años, la elaboración de máscaras se ha perfeccionado y, en estos tiempos, se considera como una obra maestra a nivel mundial.

Uno de sus máximos exponentes es Mario Belloni, autor del libro Maschera a Venezia y promotor de la máscara tradicional veneciana. Su trabajo se puede conocer y adquirir en la tienda-taller Ca'Macana, que es de su propiedad. Los precios de este accesorio oscilan entre 19 y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR