Navidad: el tiempo y la carne

GIUSEPPE ZAFFARONI

PROFESOR DE FILOSOFÍA DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA

Quien nos dice que éste es un tiempo para abrir un paréntesis en la vida, para alejarnos de la realidad cotidiana con sus problemas y sus fealdades, no nos hace un buen servicio. ¿Navidad sería abstraerse por unos días del drama de la vida? ¿Sería crear un clima de bondad irreal para olvidar la horrible masacre de Newtown y no escuchar el lamento de quien llora a sus seres queridos brutalmente asesinados por las calles o en las casas de Puerto Rico?

Pero, ¿por qué Dios se hizo hombre si no para entrar dentro de esta realidad y acompañarnos físicamente en el drama de esta vida? ¿Para qué vino si no precisamente porque nosotros no sabemos cómo salir del callejón de violencia y sinsentido en el que nos hemos metido?

Todo el cristianismo está resumido en la noticia de que Dios se hizo hombre, carne, tiempo y espacio: nueve meses en el pequeño vientre de una mujer, que dio a luz a un niño, lloroso y frágil como todos los niños. Ser cristiano es tener la certeza humilde de que en esta carne está la salvación del mundo, la respuesta a todas las preguntas, las ansias, las angustias y los horrores de la vida humana y de la...

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