'Necesito espacio'. la frase más temida

Por Cara Mia

Son los días de las manifestaciones románticas, verbales y físicas, excesivas y constantes. Todo es beso va y beso viene, "mamita donde te pongo", "eres lo más grande que me ha pasado", "has llegado para iluminar mi vida" y así por el estilo, pero como dice mi amiga, la filósofa salsera, todo tiene su final y nada dura para siempre. Por alguna razón que aún no acabo de entender, a medida que pasan las semanas, el cariño como que empieza a desvanecerse y la cosa no luce tan intensa como antes.

De la noche a la mañana merman los arrumacos, los mensajes de texto y las salidas; aumentan las excusas y las peleítas mongas (buenas para coger calle) y los plantones. Ah, y el taller en el trabajo, el pretexto perfecto, porque quién pone en duda que en la oficina están cambiando los escritorios y computadoras de lugar y por eso el gevis tiene que quedarse hasta tarde.

Esa era la excusa del ex de Monín, pero al cabo de un mes de "mudanza" ella se encontró con el supervisor del hombre, quien le confirmó lo que mi amiga sospechaba. que no había tal remodelación y que todo había sido un invento para dejar enfriar la relación. Cuando ella lo enfrentó y le increpó por las mentiras y por el tiempo que llevaban sin verse, él soltó la bomba: "Chica, es que yo me siento confundido. necesito pensar. necesito espacio". Y ante eso, una queda con cara de teléfono ocupado y hasta el lacio se transforma en rizo.

No hay cosa que más me saque de tiempo, además de que en una tienda me traigan un zapato tamaño 9 cuando lo pedí 10, que la dichosa petición de espacio. Porque no nos llamemos a engaño, el espacio tiene nombre, apellido, número de seguro social y lugar de residencia. Eso de que "necesito reflexionar"...

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