Nefasto el estado de una unidad de Familia

Por Osman Pérez Méndez

operez@elnuevodia.com

Además de laborar en un reducido espacio de un viejo edificio de la calle Georgetti del casco de Humacao, que carece de baños y de un espacio aparte para comer -El Nuevo Día los sorprendió almorzando en sus escritorios atestados de documentos- actualmente no tienen vehículos para realizar sus funciones oficiales, que incluyen atender las emergencias y querellas relacionadas con menores en los pueblos de Humacao, Las Piedras, Juncos, Naguabo, Maunabo, Yabucoa, Ceiba, Fajardo, Vieques y Culebra. De la flota de 10 carros que tenían, hoy solo cuentan con un auto oficial "prestado".

"Esto está afectando todo el trabajo y los servicios que le tenemos que dar a la población", dijo una empleada que no quiso identificarse por temor a represalias.

Explicó que la unidad se encarga de investigar los casos de problemas con menores que le llegan por referidos o través de la línea de maltratos y el sistema de emergencias 9-1-1. También le corresponde a ellos, específicamente a los 15 investigadores, evaluar los casos y tomar las acciones pertinentes, que incluyen acudir al tribunal y en ocasiones asumir la custodia de algún menor por algún tiempo. Asimismo, atienden también casos de envejecientes y adultos con impedimentos. Sus horarios de trabajo comprenden las 24 horas de todos los días del año, a diferencia de otras dependencias gubernamentales que cierran en fines de semana y días feriados.

Pero desde agosto del 2009, que se mudaron a ese local, la situación no ha hecho más que empeorar.

Explicó otra empleada que al 2009, "teníamos unos 400 casos". Actualmente, acumulan unos 2,234 casos y, ante la imposibilidad de atenderlos todos, eligen los que consideran "prioridad dentro de la prioridad".

"Pero estamos muy preocupados. No se están atendiendo (los casos) correctamente. Se están atendiendo casos que llegan al cuartel o a un hospital. Pero hay casos, por ejemplo, de maltrato sicológico, que se están quedando", dijo la empleada, quien afirmó que a menudo, por su compromiso, tienen que hacer uso de sus vehículos y equipos personales para dar el servicio.

"Pero imagínate que llego a un sitio, hay una crisis con un menor. No lo puedo montar en mi carro. ¿Qué pasa si hay un accidente? Y además, está el problema de seguridad. Llegas allí en un vehículo que no está identificado. Y los guardias de seguridad que tenemos no están armados, y que por falta de recursos", condenó una tercera empleada en tono frustrado...

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