Todo un ángel para su familia

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

El niño de 8 años, cumplidos el pasado 7 de noviembre, padecía de atrofia cerebral a consecuencia de que nació con el cordón umbilical enrollado en el cuello, lo que impidió la llegada de suficiente oxígeno a ese importante órgano.

A raíz de esa condición, "Gongui", como cariñosamente lo llamaban, desarrolló presión alta, pulmonía, convulsiones y retención de líquidos en el cuerpo. Sufría de hipotonia (flacidez muscular), además que dependía de una gastrostomía para alimentarse y de una traqueotomía para respirar.

Ismael Yandel solo hacía movimientos involuntarios. No hablaba, ni caminaba. Su madre, Marilyn Santiago, no sabía si el pequeño veía y/o escuchaba.

Este complejo cuadro clínico convirtió a "Gongui" en uno de los protagonistas de Sueño de Navidad, razón por la que El Nuevo Día lo visitó en su hogar, en este municipio, el pasado 27 de noviembre.

Sin embargo, el pequeño perdió la batalla dos días después; falleció el viernes, 29 de noviembre, a eso de las 7:00 a.m., luego de haber pasado los últimos seis meses en relativa normalidad dentro de su condición. Ismael Yandel había tenido su última crisis de salud en enero pasado, ocasión en la que pasó tres meses hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos.

"Le di un jugo porque lo vi medio deshidratado ese viernes, y al poco tiempo dejó de latirle el corazón y dejó de respirar", contó Marilyn sobre lo que vivió aquella mañana.

"A él no lo dio un paro respiratorio y tampoco convulsó. Simplemente dejó de respirar; se quedó tranquilito, como él era. Entendemos que su corazoncito simplemente dejó de latir", agregó la mujer, de 34 años y madre de otros niños.

Durante la primera charla con este diario, Marilyn, quien es enfermera de profesión, relató que el embarazo de Ismael Yandel fue "perfectamente normal", pero la escena se complicó justo al momento de parto.

"El nene venía con dos vueltas del cordón umbilical en el cuello. No me hicieron cesárea; me obligaron a parir y el nene prácticamente se ahorcó", recordó.

"Supe que algo andaba mal desde que el nene estaba en el nursery. Cuando lo fui a lactar, la cabeza se le fue para el lado y no tenía fuerza en los brazos. Me lo traje a mi casa como un bebé normal porque eso fue lo me dijeron los médicos, pero poco a poco...

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