Un 'ángel' en la vida de Ángel

Por Carlos Rosa Rosa

crosa@elnuevodia.com

Los hechos están ahí.

A los ocho años fue removido de su hogar por el Departamento de la Familia.

"Mi mamá era adicta (a drogas) y no podía supervisarme. Así que decidieron removerme", recuerda el joven baloncelista en entrevista con El Nuevo Día en el club Bucaplaa.

Luego hubo menos claridad. En los siguientes cuatro años, el menor de tres hermanos, vivió una monumental inestabilidad emocional al pasar por ocho hogares sustitutos. "Unos hogares cerraron, en otros hubo problemas y en otros no me querían", menciona Ángel al rememorar una de las etapas más difíciles.

Ángel, sin embargo, no quedó desamparado. El valle de oscuridad fue temporal.

A los 12 años, el sol comenzó a salir en su vida. Fue cuando un primer 'ángel' -como él le llama- apareció en su camino: el dirigente Luis 'Wichie' Ruiz.

Y Wichie llegó a su vida sin buscarlo.

El técnico comenzaba a laborar en el club de baloncesto de Bucaplaa a principios de la pasada década, cuando Luis 'Billy' Diez llevó un equipo del barrio a foguear contra un quinteto del el club. Ángel era uno de los jugadores.

"Cuando termina el juego, Billy se me acercó y me dijo que quería ayudar a Ángel. Me preguntó si podía cogerlo en el club, y le dije que sí, con mucho gusto", rememora Wichie.

Fue así como inició la relación y el mentor no solo le enseñó los fundamentos del baloncesto, sino que también lo dirigió por el camino de la vida, escribiendo una historia ejemplar.

Al comienzo, Wichie solo conocía algunos detalles de la vida de Ángel, como que vivía en un hogar sustituto. Y después fue conociendo otros que le impactaron.

"Al principio pasaron cosas que me chocaron mucho. Como la vez que fuimos a Dorado a un juego y lo invité a comer una alcapurria, y él me dijo que no sabía lo que era. Yo dije 'wao, no sabe lo que es'. Fui viendo que le faltaban muchas cosas por aprender", cuenta Wichie.

"Pero desde que llegó a mis manos, podía ver que era un chamaco muy bueno. No daba problemas", asegura el veterano técnico.

Poco a poco, Wichie lo hizo parte de su familia. Era quien lo buscaba y lo llevaba a los partidos junto a su esposa y dos hijos. Era un experiencia nueva para Ángel. Así él lo sentía.

"Wichie me enseñó lo que era una familia. Me hacía sentir en familia y yo mismo me decía que tenía que aprovechar la oportunidad. Era lo que necesitaba", comenta Ángel.

La relación fue creciendo y Wichie fue más allá en su compromiso por ayudar a Ángel.

Él era director...

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