No todos celebran
Por Rut N. Tellado Domenech
rtellado@elnuevodia.com
Sin duda, la festividad levanta pasiones, tanto a favor como en contra. Hasta su origen, que se remonta a los tiempos del imperio romano, es algo incierto.
San Valentín, de acuerdo con la Iglesia Católica, es un mártir que vivió durante el siglo III en Roma y al que se le adjudica el milagro de quitarle la ceguera a una mujer.
El origen de esta festividad es el principal motivo para que ciertas religiones no promuevan su celebración. El capellán musulmán Wilfredo Ruiz indicó que "en el Islam no hay nada como el Día de San Valentín, no hay un día que celebre las relaciones amorosas".
Explicó que el Islam cuenta con dos grandes festividades religiosas: Eid al-Fitr o la fiesta de la ruptura del ayuno, que marca el final del mes del Ramadán; y Eid al-Adha o la Fiesta del Sacrificio, que conmemora el momento en que Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Ismael (distinto a la tradición judeocristiana, que entiende que el niño de esta historia fue Isaac).
"Hay algunas tradiciones culturales que si no contradicen la fe, se adoptan. En el caso del Día de San Valentín, su origen está directamente relacionado con la celebración de un santo de la religión cristiana; no es parte de nuestra fe".
Aunque entiende que puede haber quienes aprovechen ofertas para ir en pareja al restaurante o al teatro el 14 de febrero, no necesariamente son la mayoría. "Algunos son muy estrictos y no se involucran en nada que no tenga que ver con su fe. Depende de cuán ortodoxa y estricta sea la persona", apuntó el capellán musulmán.
"Ese día me visto de negro y todo", dijo la joven. "Trato de ignorar los pasillos repletos de corazones y regalos en las tiendas. En la oficina decoro todo con motivos de primavera y pascua".
"Hace como cuatro años visito la iglesia ese día porque encuentro que el amor mío, mi amigo, todo, es mi Dios. En Él encuentro paz y amor. Voy a orar y a pedirle que me ponga a alguien bueno en el camino", relató.
Soto opinó que el 14 de febrero suele convertirse en el "día de la hipocresía. Todos los días puedes regalar una flor o una sonrisa. ¿Por qué tiene que ser ese día específicamente?".
Agregó que ese día "ha sido tan comercializado que no dan ganas de celebrarlo. La economía está mala". Hasta relató que un peluche que recibió la última vez que celebró San Valentín ahora es el juguete de su perro.
La joven, sin embargo, no descarta festejar en el futuro, cuando tenga pareja. "No sé. Tiene...
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