'No escuché nada, nada, ni un grito'

Por Osman Pérez Méndez

osman.perez@gfrmedia.com

Jorge, además de vecino, era cuñado de Ana Awilda González Medina, mujer de 47 años que apenas comenzaba el día, murió a manos de su esposo, Ángel Luis Crespo González, quien luego del crimen se suicidó.

"Y no escuché nada, nada, ni un grito, ni un ruido, nada. Y mira que aquí se oye todo", seguía preguntándose Jorge parado frente a su casa, a la sombra de frondosos árboles frutales, mientras familiares y vecinos llegaban a la casa, todos con la misma expresión de asombro y tristeza.

Jorge explicó sin entrar en detalles que Crespo González padecía varias condiciones de salud, y añadió que parte de los padecimientos eran condiciones de salud mental, para las cuales entienden recibía tratamiento.

"Él era paciente siquiátrico, recibía seguro social. No sé, quizás mezcló las pastillas".

"Nunca habían tenido un episodio violento", insistió Jorge, resaltando que "esa nena (González Medina) era un pan, bien buena, de su casa, tranquila, era hasta difícil hacerla hablar".

Según ha trascendido de la investigación policial, y que fue ratificado por la familia, Crespo González, quien también tenía 47 años, agredió a su esposa con un golpe en la cabeza y luego la estranguló con un cable eléctrico.

Entonces avisó a sus hijos y a las autoridades de lo que había hecho y añadió que se quitaría la vida, lo cual hizo ahorcándose.

Al llegar las autoridades, hallaron la escena con los dos cuerpos.

"Él mismo llamó al 9-1-1 y alertó que había matado a su esposa y se iba a ahorcar. Le avisó a sus hijos que había matado a la mamá y se suicidaría. No pudieron llegar a tiempo", continuó Jorge, quien describió los dos hijos que deja la pareja como...

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