NO SE HABLE MÁS
POR JOSÉ SÁNCHEZ FOURNIER
Enviado Especial
El anfiteatro, que tiene capacidad para albergar aproximadamente 3,000 personas, estaba atestado de fanáticos, en su inmensa mayoría puertorriqueños, que acudieron para ver en persona el pesaje de Cotto y Margarito, quienes tendrán mañana en el Garden su esperada revancha.
Luciendo muy serio, y sin reírse ni una vez en público, Cotto (36-2, 29 nocauts) pesó 152.25 libras.
Margarito (38-7, 27 nocauts), que nunca se quitó las gafas oscuras, -ni siquiera cuando subió a la báscula- detuvo la romana en 152.5 libras. Entonces mostró su musculatura y en sus labios afloró algo así como una sonrisa malvada, al tiempo que Michael Buffer anunciaba su peso oficial. Luego de pesarse, ambos posaron para las cámaras, con el promotor Bob Arum entre ellos, como el día de la conferencia de prensa. Nunca se miraron, y mucho menos se dieron la mano.
"¿Para qué (intercambiar saludos)? Mañana (hoy) vamos a intercambiar golpes que es lo único que necesitamos hacer en el ring", dijo Cotto.
Agregó que en ningún momento se fijó en su oponente.
"No tengo que verlo. Nada me tiene que llamar la atención de él", sostuvo. "Yo estoy preparado, estoy muy bien. Al 100 por ciento".
"Mañana (hoy) van a ver un gran combate, una gran pelea. Y un final diferente al 2008", vaticinó el campeón júnior mediano (154 libras) de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
El grupo de Margarito aseguró estar libre de presiones y listo para el combate.
"Antonio está muy bien. Fíjate que hasta se comió unas uvas y un sandwichito de camino al pesaje", expresó su comanejador, Francisco Espinoza, luego del pesaje.
Espinoza reaccionó algo airado cuando la prensa le preguntó sobre la condición anímica de su peleador, luego de todos los ataques verbales que ha recibido por la controversia de los vendajes ilegales.
"Margarito está encantado de la vida. Yo creo que el problema es de la prensa. Siguen dale que te dale con las vendas. No preguntan de más nada. Ni de su familia, ni de qué comió. Todo es las vendas", expresó el comanejador, añadiendo que su protegido no tiene riña personal con el cagüeño. "El problema lo tiene Cotto".
Desde horas antes de que abrieran las puertas del Teatro, cientos de personas hacían fila para entrar. Un numeroso contingente de periodistas, quizás el mayor que ha cubierto un combate de Cotto, ocupaba el área aledaña a la tarima.
Pasadas las 4:00 p.m. (5:00 p.m. hora de Puerto Rico), le abrieron las puertas al público. De...
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