'No a las ladillas'

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

En la pieza Mejor sola que mal acompañada, las actrices hablan de pasar los días sin una media naranja para evitar el sufrimiento. La comedia dramática sube a escena mañana y el sábado en el Café Teatro Punto Fijo, pero las artistas nos cuentan antes un poco sobre las experiencias poco convenientes que han tenido en el amor.

A Marian, quien interpreta a una supuesta ninfomaníaca y a una mujer sumisa en la obra, la vida le ha enseñado que los hombres mantenidos no sirven.

"¿En qué te puede complacer una ladilla? No a las ladillas", bromea. "Me ha pasado muchas veces en relaciones que no van para ningún lado porque no te apoyan emocionalmente, ni tu carrera ni económicamente. Soy una mujer bien independiente. No permito que me mantengan, pero no me gusta estar manteniendo gente", añade quien confiesa que "cuando me enamoro doy el 100%, pero no rayo en la estupidez porque con los años uno aprende".

En ese balance coincide Wanda, quien encarna a una instructora que espera por el hombre perfecto y a otra fémina que decide entre el amor de pareja y el de hijo. En vida real, la comediante admite que "no soy tan exigente, pero todavía estoy en la búsqueda".

"Es no estar con alguien que no está comprometido y no quiere asumir responsabilidades... Claro que quiero eventualmente tener una familia e hijo, pero la persona todavía no ha llegado. Hay personas que no están en el mismo track. Han llegado amores, pero a destiempo".

Por su parte, Linnette le da vida a una señora que aparenta lo que no es por su forma de ser y a una recién divorciada en negación. Antes de estar felizmente...

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