No puede ser lo mismo

RAFAEL MARTÍNEZ

MAESTRO

La práctica de dar derechos a diestra y siniestra a cambio de simpatías, carece de seriedad y sólo cumple un propósito individual. Hay que preguntarse que mientras esta comunidad exige esos derechos, qué piensa la gente común.

En la toma de posesión del municipio de San Juan, con líderes religiosos presentes, aparentemente se estableció un pacto con la comunidad homosexual. Esto, dentro del clima de emoción, se pasó por alto. Podemos entender que la fuerza mayor para llevar a cabo este pacto sea el mostrar amor a todos por igual y lo creemos correcto. Lo que no es aceptable es consentir por amor lo que está mal.

Existen dos razones para pensar así; primero, la homosexualidad está claramente descartada en la Biblia, y segundo, mirando...

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