'No lo puedo creer'

Por Yaritza Santiago Caraballo

end.ysantiago1@elnuevodia.com

Así se expresó ayer doña Nilda Reinoso, de 75 años, quien no se repone aún de la noticia del arresto de su vecino en la Urbanización Nueva, el alcalde Sol Luis Fontanes Olivo. El líder popular está acusado en la esfera federal de extorsionar a dos contratistas de su municipio.

Con servilleta en mano y en ocasiones apretando los ojos y tocándose el pecho, Reinoso, quien ha vivido en dicho sector por los pasados ocho años, describió a Fontanes Olivo como su "protector".

Recordó que el día del arresto llegó a su casa y al ver tanta gente frente a la residencia del alcalde pensó que alguien de la familia había muerto. "Yo me asusté porque pensé que su madre o alguien murió. Cuando me enteré que lo arrestaron ha sido para mí bien duro porque como persona es lo más que adoro. Nunca ha sido malcriado, y es bien hogareño. Nunca he tenido quejas de él ni de su esposa", sostuvo.

Reinoso vive justo al lado de la casa de Fontanes Olivo, cuya residencia de dos pisos está pintada de azul cielo y blanco y decorada con un bonito jardín en el exterior.

Este diario pudo observar varias cámaras de seguridad instaladas en los techos de la residencia del alcalde. Nadie abrió la puerta cuando El Nuevo Día tocó el timbre de la residencia.

Este ambiente de soledad mantiene muy triste a Reinoso, pues según ella se siente protegida cuando el ejecutivo municipal está en su casa.

"Cuando él llega a su casa, yo digo 'llegó mi protector', pero cuando no está no puedo dormir", sostuvo la mujer, quien considera a Fontanes Olivo...

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