'No estamos seguros en ningún lado'

jcolon@elnuevodia.com

Más allá de datos fríos como el número de casquillos recogidos y las identidades de las víctimas, el ataque fue interpretado por testigos como otro golpe emocional a un pueblo que cada día tiene más claro que no está seguro a ninguna hora y en ningún lugar.

"Ya a mí no me sorprende nada", expresó el fiscal del distrito de San Juan, Manuel Rodríguez Córdova, quien se encontraba en el tribunal cuando ocurrió el incidente.

"No estamos seguros en ningún lado", sostuvo, por su parte, Liz Maldonado, una de las muchas empleadas del Centro Judicial que llevaron a sus hijos a una actividad con música y payasos.

Igual de preocupada se expresó la alguacil Roberta Jones, quien llevó a su hija a la fiesta. "Aquí hay una falta de valores y no hay respeto. La desgracia pudo haber sido mayor y aquí no hay conciencia", dijo mientras aún se escuchaba la música de la actividad.

El aparente blanco del tiroteo resultó ser Juan Rodríguez Pagán, quien según fuentes policiacas es un poderoso narcotraficante del residencial Luis Lloréns Torres y sospechoso de la décima masacre del 2011 en ese complejo. El hombre se presentó al tribunal para una vista de estatus, ya que tiene pendiente una vista preliminar por violencia doméstica el 13 de enero.

Según supo este diario, Rodríguez Pagán, su madre, su amigo Christian Mangual Rosado y la joven Paula Marie Huggins habían salido por la avenida Luis Muñoz Rivera a eso de las 11:00 a.m. A las 12:20 p.m., cuando caminaban...

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