'No se los voy a perdonar nunca'
Por Gloria Ruiz Kuilan
gruiz@elnuevodia.com
AGUAS BUENAS - Aún no hay una explicación clara para lo que pasó por la mente de Bethzaida Ayala Marín cuando, sin justificación alguna, el viernes vio llegar a su casa a su tía.
La joven atribuye a un presentimiento el que al ver a su tía cuestionara, "¿Qué pasó, mataron a mi mamá?".
Su madre y su hermana, Elizabeth Marín Cotto y Griseida de Jesús Marín, respectivamente, fueron víctimas inocentes de la quinta masacre registrada en lo que va del año. Ambas se encontraban en las inmediaciones del negocio Pico Pollo BBQ en Aguas Buenas cuando se suscitó una balacera que dejó un saldo de cuatro muertos y seis heridos. Se cree que la balacera fue producto de rencillas por el narcotráfico.
Ayer, junto a las otras dos hijas de Elizabeth, Bethzaida velaba en la funeraria Monte Santo, de este municipio, a su madre y a su hermana. Los cuerpos de ambas descansaban en ataúdes blancos repletos de detalles que incluían flores y fotos de eventos familiares. Juntas, como aseguran las tres jóvenes que acostumbraban estar madre e hija, compartían la misma capilla.
"Mamita querida, te vamos a extrañar", se leía e n la cinta que acompañaba el arreglo de rosas amarillas sobre el ataúd de Elizabeth. Un peluche de león sobresalía de entre las rosas rosadas y violetas que estaban sobre el ataúd de Griseida, de 17 años y a quien cariñosamente apodaban Grillón. El peluche se lo había regalado su novio, José Valero, quien ayer pasaba su cumpleaños en una funeraria.
Bethzaida fue la única de las tres hermanas que quiso hablar con la prensa. Pero aún en el silencio, la solidaridad de Bethzaida, Stephanie y Eesteeliz era evidente. Las tres hermanas tenían el mismo atuendo, como acostumbraba arreglarlas su mamá cuando eran pequeñas.
Bethzaida aseguró que no perdonará a los responsables de la muerte de su madre y su hermana. Dijo que sus comentarios obedecen a que es "un ser humano y perder a mi madre y a mi hermana es muy doloroso, y más en la semana de las madres. No se los voy a perdonar nunca. En manos de Dios dejo la justicia porque Dios nunca me falla", sostuvo la joven de 25 años.
De igual forma se expresó el novio de Griseida. El joven, con la anuencia de la familia de Elizabeth y Griseida, clamó por dejar la ignorancia a un lado y reclamó al país un despertar para ponerle freno a la criminalidad rampante que termina con la vida de inocentes.
"A lo mejor a muchos no les importe porque eso no les toca a ellos. Ellos...
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