Una noche alucinante

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Al primer día de la segunda edición Mega Electronic Fest asistieron jóvenes de distintas partes de la Isla y amantes del ritmo electrónico. Todos muy diversos: mientras unos se sacudían al ritmo de la música luciendo antifaces fluorescentes otros se paseaban en atuendos playeros.

Entre pisotones, la muchedumbre se iba acomodando en el lugar mientras los dj locales movían sus platos sobre un amplio escenario. La música era la orden, a la vez que la gente se empujaba y saltaba a la vez arrojando botellas de agua.

Desde las 4:00 p.m., el talento local quedaba representado por Kleptik, Da Haterz y Wolves, cuyos sonidos pusieron a varios a hacer piruetas. Rodeados por un círculo humano, adolescentes eran retados a saltar y a bailar.

A lo largo de la tarde, extrañas personajes comenzaron a confundirse entre el público. Con la ayuda de decenas de "performeros" de la compañía HOME, árboles gigantes alzaban sus ramas como patas de caballo, pajarracos se movían sutilmente cargando llamativas sombrillas y animales raros parecían rendirle tributo a los personajes de Dr. Seuss.

Caída la noche, tribus de hippies modernos daban su mejor pose mientras unos acróbatas se estiraban arrojando fuego. En ese ambiente, el dj holandés Nicky Romero invadió el escenario con lo suyo.

Ya bajo la luz...

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