Noche de ronda

JOSÉ VARGAS VIDOT

SALUBRISTA Y FUNDADOR DE INICIATIVA COMUNITARIA

La luna y las estrellas adquieren matices épicos, los sonidos de la noche, sirenas de vehículos de emergencia, disparos ocasionales, pero siempre presentes, el sonido de la prisa y el ruido de la soledad se unen en coro de complicidades. Música o ruido, todo depende con qué lo escuchemos: el corazón oye música, los sentimientos oyen gritos y las manos oyen pieles.

Las úlceras tienen vocabulario de historia y esperan hambrientas de antibióticos de la misma forma que el estómago aspira a la comida. Los ronderos miran a través de los vidrios de los vehículos, se llama jangueo de amor y cada bulto acurrucado en la boca de los puentes o en las habitaciones del zafacón, son importantes en esta misión en donde el contacto se establece desde lo invisible.

"Buenas noches", vocifera nervioso el rondero, ante el primer feligrés del templo de las calles en donde la comunión se fue de la copa y el pan nunca salió del calvario. "¿Somos de Iniciativa, necesitas algo?" Qué pregunta tan abierta y peligrosa, necesitas bien pudiera convertirse en "¿necesitas que algo más te falte?"

De todas formas la calle comienza a expresarse y como flor que rompe el pavimento surge la belleza de la humanidad y prójimo con prójimo comienzan a hablar en lenguas divinas y angelicales, el idioma de la humildad y de la solidaridad, el idioma olvidado en la academia y en la empresa, en los medios y en la iglesia.

El pan deja de ser masa y el jugo se convierte en el...

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