Novia Otra vez

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Las tiernas palabras que salen de la boca de Gladys Rodríguez se diferencian de la fuerza interpretativa que ha proyectado en las tablas, el cine y la televisión. También se distingue de la firmeza con la que asume la responsabilidad de los nuevos retos de su cotidianidad. Alejada del quehacer artístico, la boricua reside hace un año en Orlando, donde está comprometida con terminar la maestría en Divinidad del Reformed Theological Seminary.

"En Puerto Rico estábamos solos mi esposo y yo, porque todos mis hijos crecieron y se fueron", comenta mientras explica que la universidad de Florida le convalidó los créditos por las clases que ya había tomado en el Seminario Teológico de Puerto Rico.

Algunos la consideran en sí una universidad de las artes, pero ella entiende que todavía le falta por aprender, sobre todo porque anhela ser maestra.

"Tengo una misión de enseñanza. Quería aprender porque sé que tendré la oportunidad de evangelizar. Me estoy preparando más", menciona quien laboró en la radioemisora Nueva Vida, estudió en el Colegio Bíblico Pentecostal de Puerto Rico y forma parte de la Iglesia Presbiteriana Reformada.

Han pasado 35 años desde que Gladys dice haber aceptado al Señor. Por momentos se disculpa cuando comienza a predicar en medio de la entrevista. No lo puede evitar, aunque respeta la posibilidad de diferencias a la hora de llevar su mensaje. "Existe un creador", enfatiza. "Yo no soy atea. Existe un principio creador, por no decirle Dios, porque hay personas que se ofenden con esa palabra".

Pero ella no se ofende, ni cuando se enfrenta a la realidad antifeminista del centro académico en el que estudia. "Soy la única mujer estudiando Divinidad", subraya. "Algunas iglesias aceptan y están más abiertas a que una mujer sea ministro. Otras se concentran más en el hombre".

¿Acaso no te choca o molesta eso?, le preguntamos.

Admite que "desde que nací enfrenté todo el trauma que uno tiene como mujer". No obstante, subraya que ya no le aturde tanto el machismo mientras explica su vínculo con la iglesia. "Mi interés no es ser ministro y, en ese sentido, no conflige", expresa. "Hasta cierto punto, respeto su forma de pensar. En el mundo hay muchas mujeres misioneras".

Como estudiante, Gladys también ha descubierto un nuevo período en la relación que tiene con su esposo Víctor Rivera, con quien ha estado casada hace 26 años. El ex Secretario de Corrección y ex jefe de la Policía de Puerto Rico...

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