El novio simpático

ABRAHAM LINKEWER

PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO PUERTO RICO-ISRAEL

Pero Occidente en realidad no conoce bien al novio, pero le parece simpático, moderado y con buenas intenciones. Si investigara, vería a Irán, el novio de esta alegoría, enviando al presidente Hassan Rouhani a las Naciones Unidas, cuyos miembros como focas, aplaudieron su "sex appeal" político y recibieron con placer las rosas que el susodicho arrojó a la concurrencia al terminar su poema desde el podio.

Pero que le podemos decir a la novia qué tan creíbles son las promesas de Irán, que envió en cita amorosa a Ebrahim Yazdi, ciudadano americano, como canciller iraní para enamorar a John Kerry, el secretario de Estado, agradecido por evitarle los dolores de cabeza de tener que cumplir con la promesa política de ponerlos en penitencia si pasaban esa línea roja que se venía estirando más y más, casi llegando a Moscú.

Desde Princeton, la academia pidió confiar en Khomeini, a pesar de sus conferencias en 1970, donde llamaba a la "jihad" armada, reconociendo además que era aceptable usar el engaño para lograr sus fines. Expresó en una presentación: "Debemos hacer marchar al enemigo hacia una situación en la que no comprende la verdadera postura de su rival". Sus cortes revolucionarias exportaron el terrorismo islámico y lo financiaron en Europa, en Oriente, en Venezuela...

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