La nueva cara de Cantera

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

"La ley expira, pero el proyecto sigue", afirma la directora ejecutiva de la Compañía para el Desarrollo Integral de la Península de Cantera (CDIPC), María Lourdes Rivera. Se refiere a la ley que creó esa corporación pública, cuya vigencia expira el 10 de julio de 2012.

El espíritu de lucha y perseverancia que encierra su expresión es lo que ha distinguido a ese asentamiento que floreció en terrenos rescatados y sobre espacios ganados a la laguna San José y al caño Martín Peña.

"Los (padres) salesianos nos enseñaron a amar la comunidad, a defender el sitio. Cuando llegó Hugo había como 25 proyectos (de construcción) que nos querían sacar y la comunidad se organizó", dice el líder comunitario y maestro jubilado José "Chago" Santiago.

Esa lucha por quedarse en el lugar fue la base de los trabajos que comenzaron después de los destrozos provocados por el huracán Hugo en 1989.

Los sectores privado y gubernamental se unieron con la comunidad y en 1992 se creó la CDIPC, un modelo novel con el que se le asignarían fondos públicos a una entidad dirigida a mejorar la calidad de vida de una comunidad y en cuya Junta de Directores había empresarios.

Aunque recibieron algunos fondos, no fue hasta el 2004 que tuvieron disponible la primera línea de crédito de $ 38 millones del Banco Gubernamental de Fomento, de la que solo pudieron usar $ 30 millones porque el remanente era para pagar intereses.

En el 2007 tuvieron disponible otra línea de crédito de $ 40 millones.

Sin embargo, aprovecharon los primeros años para fortalecer la organización comunitaria, hacer estudios y censar a los cerca de 10,000 residentes.

El arquitecto Edwin Quiles recuerda que "nos metimos en la comunidad por un año, fue una investigación participativa y se reunió a la comunidad por barrios. Hubo diálogos comunitarios, hubo negociación".

Rivera señala que "se estableció un programa de capacitación de liderato que incorporó elementos esenciales para el reto que enfrentaría la comunidad de elaborar un plan de desarrollo a quince años, que reflejara, en lo posible, los anhelos y necesidades de los once sectores que comprendían la Península".

Representantes de agencias, planificadores, ingenieros, arquitectos, sociólogos, trabajadores sociales y organizadores comunitarios se unieron a líderes y representantes de organizaciones de la comunidad, para elaborar el plan de uso de terrenos y de desarrollo humano. Este plan se fue...

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