Nueva mirada a las 'invasiones'

Por Wilson González-Espada

Especial El Nuevo Día

La ciencia está repleta de conflictos entre los científicos de la "vieja escuela", que defendían un paradigma tradicional, y los científicos de la "nueva ola". Casos clásicos de cambios paradigmáticos incluyen las transiciones de la "ciencia secreta" a la "ciencia pública", del geocentrismo al heliocentrismo, y de la teoría de los cuatro elementos (agua, aire, fuego, tierra) a la teoría atómica moderna.

En la biología ocurre una transición similar en el estudio de las especies invasoras. Los científicos definen la "ecología de invasiones" como la ciencia que estudia la introducción de organismos de un ecosistema a otro debido a la intervención humana. En otras palabras, las personas llevan especies de plantas o animales de un lugar a otro, ya sea accidentalmente o a propósito.

El paradigma tradicional de "ecología de invasiones" se estableció hace 50 años y da como cierto que introducir especies en un ecosistema distinto es una amenaza segura al balance ecológico, a las especies nativas y a la economía.

La especie invasora es "la mala de la novela", la que reducirá la biodiversidad, la que siempre hará daño a las especies locales indefensas. En cambio, "las buenas" son las que deben protegerse. Sin embargo, existe nueva evidencia de que este paradigma podría estar en vías de revisarse.

Un argumento que reta al paradigma tradicional de la ecología de invasiones es que las especies tienden a ampliar su alcance geográfico por su cuenta si el ambiente es apropiado. Esto se llama ecología de sucesiones. Para la llegada de los primeros habitantes indígenas a Puerto Rico, ya la isla era un paraíso de bosques y biodiversidad. Las especies llegaron flotando o transportadas por pájaros o murciélagos. Ninguna especie comienza como "nativa", si no que evoluciona hasta diferenciarse de la especie original.

Esto implica que los ecosistemas mayormente se mantienen en un equilibrio dinámico, no estático. La naturaleza no sustenta compromisos a favor de especies nativas y en contra de especies invasoras. Eso ha sido la norma y no la excepción, antes de que los científicos descubrieran la ecología de invasiones.

Un segundo argumento que reta el paradigma tradicional es que el lenguaje que los científicos usan da la impresión de que las especies invasoras siempre causan efectos negativos.

Que el efecto se perciba como positivo o negativo podría depender más de la subjetividad humana que de la realidad de la...

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