La nueva voz del ideal independentista
Por Mildred Rivera Marrero
mrivera1@elnuevodia.com
Pero, a sus 39 años, Juan Dalmau Ramírez lidera un proceso de transición generacional en el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y tiene la responsabilidad de lograr que esa colectividad quede inscrita en estos comicios, pues el partido viene de perder la franquicia en las elecciones del 2004 y del 2008. Por si fuera poco, esta vez compite, además, con tres partidos emergentes que tienen el potencial de restarle votos.
Aunque no duda en rebatir con firmeza y muy articuladamente ataques, críticas o preguntas con cuyas premisas no está de acuerdo, asegura que es tímido. De hecho, durante una entrevista, en la cual se ha sonrojado a la menor provocación, afirma que la timidez fue una de las razones por las cuales no aprendió a bailar.
"Yo he sido bastante tímido. Después que asumí responsabilidades políticas desde la universidad desarrollé unos elementos tal vez de mayor liderato, pero todavía tengo que luchar con la timidez. Si entro en un sitio concurrido no voy a la gente a saludarla, necesariamente. Siento que estoy invadiendo su espacio. Pero, si no lo hago piensan que soy un atorrante, (sonríe) un creído. Me he tenido que ir ajustando", dice, para más tarde recibir una prueba cuando estudiantes de octavo grado de la escuela secundaria de la UPR (UHS) pasaron cerca y, emocionados, se reían, lo señalaban y saludaban. Al final, se tomó fotos con los emocionados alumnos, particularmente las niñas.
Criado en Caguas, Dalmau es el segundo de cuatro hermanos, Carlos -quien es asesor en la campaña de su adversario, Alejandro García Padilla-, Norma Isabel y Rosanna Ivette. Fue el primero y único en su casa en identificarse con el ideal de la independencia y se integró a las luchas estudiantiles en la universidad, a donde iba en traje de baño y camisilla y con gorra y pantalla, hasta que, estudiando su bachillerato en Ciencias Políticas, tomó clases con un profesor que "era bien estricto y bien disciplinado y yo lo admiraba". Recuerda perfectamente su nombre: Manuel Cárdenas, y que criticaba la vestimenta informal de los estudiantes. Dalmau luego estudió leyes y una maestría en ese campo en Harvard.
Para quienes crean que por ser independentista tiene que ser fanático de la trova y la música típica, sostiene que aunque aprecia esos géneros musicales, prefiere el rock heavy metal y el pop rock en español. "Yo soy de otra generación", declara. También hace la distinción cuando habla de la comida que le gusta. Cuenta que en sus visitas de campaña notó que repetidamente le daban vianda con bacalao, hasta que indagó con alguien de su grupo de trabajo. ¿La explicación? A Rubén Berríos le ofrecían ese plato en sus campañas. "Pero a mí no", reclamó el joven, quien confiesa entre risas que le gustan más otros platos.
¿Alguna vez le ha llevado la contraria a Rubén y ha sobrevivido?
(Sonríe) ¡Ay...
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