Nuevas tendencias en el viejo arte de reclutar

Jorge Pizarro García, ESQ

De todas las funciones que desempeña un supervisor, ninguna resulta hoy más relevante que su capacidad para identificar y reclutar personal. En esta recurrente encomienda, la era de la tecnología y la digitalización también han incursionado dando lugar a nuevas técnicas de reclutamiento y provocando, a su vez, mayores riesgos.

Una de las tendencias que comienza a abrirse paso en el ámbito de los recursos humanos resulta ser el uso de vídeo resumé. Más allá del tradicional pedazo de papel donde se pretende sintetizar el historial educativo y profesional de un candidato, los vídeo resumé crean una corta escena donde el candidato se expresa. Usualmente con una extensión de dos a tres minutos, este tipo de resumé brinda al reclutador un mayor número de elementos en esta fase inicial para discernir quién amerita pasar a la etapa de entrevista.

Lógicamente su uso no está exento de riesgos legales ni para el candidato que lo produce ni para el reclutador que lo examina. Quien lo produce tiene que ser consciente de toda la compleja legislación pertinente de derechos de autor de manera que la mera producción no resulte en un acto técnicamente ilegal. Para quien lo examina en su función de reclutamiento también representa un riesgo, pues como ente pasivo se encuentra a la merced de lo que divulgue el candidato, lo que podría conllevar tener acceso a información que legalmente se estaría impedido de preguntar en una entrevista. Ello podría dar lugar a tener conocimiento de características o conducta que ubique al candidato en una clasificación protegida como por ejemplo afiliación política o creencias religiosas o condiciones de salud, lo que tendría repercusiones para efectos de discrimen.

Otra de las crecientes prácticas que la tecnología viabiliza es el uso de las redes sociales para evaluar candidatos. Todos sabemos que a la hora de postear raras veces seleccionamos nuestras imágenes más profesionales y sobrias. Por el contrario, las redes sociales están repletas de imágenes de fiestas, bebidas y excesos. Cuando un reclutador opta por incursionar en el revelador y peligroso universo de las redes sociales se expone a tener conocimiento inmediato de conducta que legítimamente justificaría descartar a un candidato.

Comentarios discriminatorios, uso de sustancias controladas, relatos de proezas sexuales son solo algunos ejemplos. Otros tan sencillos, pero reveladores como la forma soez de expresarse o los errores gramaticales...

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