El nuevo racismo (y esclavitud)

ENRIQUE TOLEDO

ESPECIALISTA EN ASUNTOS DE DESARROLLO

El viejo racismo afirmaba explícitamente la supremacía del "hombre-blanco" por encima de cualquier otra raza. Así, el "hombre-blanco" se consideraba a sí mismo hermoso, laborioso, racional, civilizado, ahorrativo, poseedor de valores supremos (o "universales") y, por tanto, "libre" y "próspero". Ser "no-blanco" era lo contrario (pobre, irracional, ignorante, salvaje). Por ello la mezcla de razas para el blanco significaba la degradación de sus atributos biológicos; pero para el no-blanco era un ascenso, un mejoramiento para alcanzar algo de civilización (y reconocimiento ante el blanco) vía su grado de sangre blanca. Así, vinieron las clásicas categorías raciales mulato, jabao, zambo, mestizo y su correspondiente posición jerárquica en la sociedad. Por supuesto, esta relación entre "blancos" y "no-blancos" se constituyó inicialmente mediante el colonialismo europeo.

Pero el "nuevo" racismo viene acompañado de otro nuevo tipo de coloniaje. Si con el viejo racismo la forma de sociedad del "hombre-blanco" (civilizada, laboriosa, educada, "universal", etc.) tenía origen por su "superioridad" biológica-racial. Ahora se invierte la relación. En el nuevo racismo la condición "superior" no es de origen biológico, sino del nivel socioeconómico y político (supremo) de la sociedad del "hombre-blanco" por sobre las "no-blancas". Si antes se clasificaba al ser humano conforme su nivel de sangre "blanca", ahora se clasifica mediante cuán parecida es una sociedad "no-blanca" a la del "hombre-blanco" (civilizada o "democrática", laboriosa o "productiva", educada o "globalizada").

Pero este "nuevo" racismo se encubre bajo un discurso académico vía la constante creación de estadísticas y teorías (creadas mayormente en las sociedades del "hombre-blanco") que dan cuenta cuán "subdesarrolladas" son las sociedades "no-blancas". Es decir, las estadísticas constantemente clasifican cuán diferente son las instituciones de las sociedades "no-blancas" a las del (viejo) "hombre-blanco". Sin la asimilación de estas instituciones "superiores" no habrá "derechos" ni "bienestar". Por tanto, la "libertad" en este racismo no es inherente al ser humano, sino que le pertenece a estas...

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