La que nunca está invitada
Por Joel Ortiz Rivera
joel.ortiz@elnuevodia.com
En Puerto Rico la mayoría de los eventos deportivos se efectúan en recintos techados, pero como es natural, uno de los deportes al aire libre que más se afecta por la frecuente precipitación tropical es el béisbol.
De los cinco estadios donde se jugará béisbol profesional este año, cuatro poseen grama artificial (Hiram Bithorn, Ponce, Carolina y Caguas), lo que en teoría ayuda a que los percances sean menores, pero aún así, la presencia no requerida de la señora lluvia puede significar la pérdida de parte de los más de $16,000 que le cuesta cada juego a cada equipo.
"En el parque que sea siempre vas a tener pérdidas, pero son variables. Eso estriba en como administres ese día", dijo Guillermo Martínez, director ejecutivo de Carolina Béisbol de Gigantes Inc., corporación creada por el Municipio de Carolina que administra la franquicia de los Gigantes y que tiene injerencia sobre algunos aspectos administrativos del estadio Roberto Clemente Walker como las cantinas y sus empleados, boletería y seguridad.
A los jugadores se les paga su salario de manera quincenal, y según Frankie Higginbotham, director de operaciones de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC), a los 30 jugadores, coaches y demás personal en las plantillas de los equipos cobran en promedio unos $100,000, por lo que un día de juego representa $6,667 en salarios.
El jugador cobra aunque no juegue, pero el salario luego se 'recupera' cuando se realiza un doble juego para compensar.
Los peloteros, clubbies, catchers de bullpen y otro personal reciben $20 diarios por dietas, así que de llegar al parque y suspenderse el choque, ese grupo de alrededor de 48 personas recibe unos $960, explicó Higginbotham, quien también fue gerente general de los Criollos.
Otro caso es el de las personas que trabajan el terreno. En algunos parques, como en Carolina, el municipio suministra empleados y costea sus salarios, dijo Martínez.
Pero en otros, como en Caguas, según Higginbotham, se contratan mediante servicios profesionales unas ocho personas y su costo puede estar entre $500 y $1,000 diarios. Cobran aunque no haya juego.
La transmisión radial usualmente consta de tres personas y el trío puede costar entre $400 y $500. Si no se da el juego, no cobran, pero igual hay que pagar el tiempo reservado a la emisora contratada, lo que cuesta unos $500 más.
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