Nunca es tarde para el último grito

Por Las Tres

-¡Milimari y Manolo!, faltan cinco minutos para las siete y si salimos un minuto después nos coge el tapón, anunció Carmela quien llevaba el conteo regresivo desde media hora antes.

-Voy ahora que me estoy vistiendo, respondió Milimari desde su cuarto cuya puerta no abría desde que salió del baño.

-Manolo no te escucho, insistió Carmela.

-Ya mismo termino la tarea. ¡Voy ahora!, aceptó el joven.

-'Voy ahora', 'voy ahora'... ¿Eso es lo único que saben decir? Siempre es lo mismo. Les quedan cuatro minutos, continuó.

A Manuel, que se distingue por su puntualidad, nada ni nadie le quita su paz mientras toma su tacita de café. Después, ya es otro asunto.

-Prende la guagua para que el aire vaya enfriando, pidió Carmela a su esposo a tres minutos de la hora de partida, ay el calor hoy está bien fuerte.

Manolo salió primero con su mochila en la espalda y su Ipod enganchado al pantalón.

-Miliiiii, insistió Carmela.

A las 6:58 de la mañana Milimari apareció vestida con un mahón, un par de botines y una bufanda violeta al cuello.

-Pero, ¿tú te crees que estás en Nueva York?, dijo Manolo mofándose a carcajadas.

-Estás muy tapada, entre Generales y Humanidades te vas a asfixiar, alertó Manuel.

-¡Tú eres el único papá que se queja porque su hija no enseña las carnes! Se nota que no saben ni jí de moda y que no leen revistas. Las bufandas y las botas son lo que está 'in' ahora.

...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR