Los obispos rompen el silencio

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

El portavoz de prensa de la Arquidiócesis de San Juan, Samuel Soto, afirmó que se trabaja con una declaración de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, presidida por el arzobispo Roberto González sobre el asunto.

Horas antes, el arzobispo había rechazado opinar sobre el tema mientras participaba en la Jornada por la Paz en Siria, celebrada en la Catedral de San Juan.

"Se va a emitir el lunes (mañana)", declaró Soto a El Nuevo Día, cuando se le preguntó por el documento que ya habían revisado todos los obispos, según informó el obispo de Arecibo, Daniel Fernández Torres, a través de su portavoz Vivian Maldonado.

Esa comunicación rompería el silencio que ha mantenido la cúpula de la Iglesia Católica en Puerto Rico por los pasados 19 días, desde que el 21 de agosto Wasolowski fuera sorpresivamente destituido de su cargo. Su salida fue notificado a los obispos puertorriqueños mediante una carta enviada desde la Delegación Apostólica en República Dominicana.

"Hasta la llegada del nuevo jefe de misión, permanecerá como encargado de negocios el Revdo. Padre Richard Allen Gyhra", indica el texto.

La razón por la que se les notificara oficialmente a los obispos locales es que Wasolowski era el delegado del Papa para Puerto Rico. Era el lazo administrativo entre Puerto Rico y el Vaticano, y una especie de correo entre ambos. Todas las comunicaciones que se intercambien entre Roma y la Isla tienen que hacerse a través de ese delegado. En República Dominica, Wasolowski tenía rango de cónsul porque era representante del Vaticano a nivel religioso y gubernamental.

El hombre, de 65 años y origen polaco, llegó a República Dominicana en 2008, nombrado por el papa Benedicto XVI. Antes, había sido nuncio en Rusia y en Bolivia. Fue ordenado obispo en 2000 por el papa Juan Pablo II.

Sin embargo, su figura destacó aquí a nivel público por las controversias que tuvo con monseñor González, para quien llegó a solicitar la destitución ante el Vaticano. Envió informes confidenciales en los que acusó a González de supuesto encubrimiento a sacerdotes pedófilos, extralimitación de sus funciones, mala gestión económica y venta de colegios católicos sin permiso. A González Nieves se le imputó usar el púlpito para llevar mensajes con carácter político y por establecer el llamado Altar de la Patria en la Catedral de San Juan, por lo que se le atribuía promover la ideología independentista.

Los documentos en los que...

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