Ojo con los residenciales

La criminalidad en los residenciales públicos de Puerto Rico no sorprende. Son localizados y construidos de tal forma que, fácilmente, se convierten en fortines para los maleantes: amurallados, muchos con una sola entrada y salida. Hasta la Policía lo piensa dos veces antes de entrar en ellos.La ciudad de Nueva York le puso fin a este problema en los suyos desahuciando a aquellos inquilinos que usaran sus apartamentos para fines criminales -luego de dos advertencias- incluyendo a los que los usaran para...

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