Olélelolai en Fajardo

Por Marta Y. Garraus

Entre libros de tapas, la ayuda de sus padres y un chef crearon el menú de este original restaurante. Mary decoró junto a su padre, y ella misma creó el mosaico del famoso Toro de Osborne, el mosaico del coquí de la entrada y la original lámpara para colgar copas que corona la barra. Las mesas las construyó con la ayuda de su padre y casi todos los cuadros que decoran las paredes del restaurante pertenecen a él.

En el exterior, el mosaico del coquí nos recibe alegremente y una vez entramos, la solemne figura de un Don Quijote con su inseparable Sancho Panza visten el pequeño recibidor de este acogedor restaurante. El techo posee unas vigas de madera que me recuerdan a las típicas casas de pueblo españolas. Unos balconcitos flanquean las mesas y una agradable terraza con vistas a las marinas propician una agradable brisa tropical evitando tener que respirar el molesto y frío aire acondicionado.

Venimos de la bahía bioluminiscente de Fajardo y gracias a los chicos de Island Kayaking, (787) 444-0059, que han llamado a Olélelolai y conocen a Mary, tenemos mesa porque íbamos justitos de tiempo. Pedimos unos cuantos platos para probar: ensalada de salmón, solomillo con mofongo, tiras de pollo, churrasco, y todo regado con un Marqués de Riscal. Nos sirven en un original recipiente bacalaítos con aceitunas. Este aperitivo de la casa me recuerda a los restaurantes de España, sólo allí te reciben con un aperitivo que va por "la casa".

Mientras, van desfilando platos por el restaurante, la pechuga de pollo a la gallega se ve...

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