Olvidada y sin ayudas la industria pesquera
La industria de pesca de Puerto Rico quedó rezagada en los esfuerzos gubernamentales para la recuperación económica, y sus principales jugadores advierten que, de prolongarse la presente situación del sector, peligra el suplido del producto local, incluso para la temporada de alto consumo de Semana Santa.
Dos grupos de pescadores conversaron ayer con El Nuevo Día y coincidieron en que la actividad pesquera en sus respectivas áreas está totalmente paralizada y que hasta el momento no han recibido ayuda alguna de parte del gobierno.
“La situación está bien crítica bien difícil para nosotros los pescadores comerciales. Antes del huracán ya estaba mala y ahora se puso peor”, sostuvo el vicepresidente de la Villa Pesquera de Cataño, Juan M. Cortiño.
Esta fue una de las villas pesqueras que sufrió serios daños con el paso del huracán María. No solo perdió buena parte de su muelle, sino que la brea que cubría parte del estacionamiento fue arrastrada por el mar hacia la rampa donde se tiran los botes, lo que ahora bloquea el acceso al agua.
“Lo poco que se ha hecho aquí, lo han hecho los pescadores comerciales con trabajo voluntario”, dijo Cortiño, quien indicó que en la villa hay 23 pescadores comerciales y 60 recreativos.
“Nos apoyamos ambos, porque ambos utilizamos las facilidades, pero el más que se perjudica con esta situación es el comercial”, sostuvo.
La falta de energía es otro gran problema. “El asunto es que al no haber energía eléctrica, no haber hielo y que la gasolina no estuvo accesible para ir a pescar, los pescadores no han tenido otra opción que quedarse en la orilla a esperar qué ayuda les puede dar el gobierno, sea el Departamento de Agricultura, el gobierno municipal o FEMA”, subrayó.
De hecho, El secretario de Agricultura, Carlos Flores, reconoció los daños sufridos por muchas de las villas pesqueras, además de la merma considerable que la falta de electricidad está provocando en la actividad.
Pero a pesar del conocimiento que las autoridades dicen tener sobre el sector, Cortiño denunció que nadie se ha acercado para ayudarlos, ni siquiera para orientarlos sobre las ayudas que podrían recibir.
Ramón Santiago, presidente de la Asociación, coincidió con esas expresiones y afirmó que “en lo que va de María e Irma estamos sin pescar, porque aquí no hay luz y no hay sitio donde guardar la pesca y no hay mucha gente que esté comprando”.
Recalcó que la reparación de las villas pesqueras está en manos de los propios pescadores...
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