La opción del microchip

Por Mónica Ferrer

Especial El Nuevo Día

La mejor manera de garantizar que la mascota podrá regresar hasta manos de su dueño, si se perdiera o fuese robada, es a través de la identificación apropiada.

El microchip es un artefacto electrónico, del tamaño de un grano de arroz, que codifica con un número único a la mascota. Es implantado por debajo de la piel y el músculo, en la región cervical, y si es implantado correctamente debe permanecer en esa área por el resto de la vida de la mascota.

La aguja que se usa para el microchip es muy afilada, lo cual significa que su implantación es relativamente sin dolor, causando solo la pequeña molestia típica de una vacuna.

Sin embargo, es importante advertir que la aguja y la jeringuilla que se usan son mucho más grandes que las que estamos acostumbrados a ver. Algunos dueños, tal vez, prefieran salir de la sala o cerrar los ojos durante el procedimiento.

Una vez el microchip está en su lugar, la identidad de la mascota...

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