OPERACIÓN DESAFÍO

Por Marie Custodio Collazo

mcustodio@elnuevodia.com

"Fue un reto interesante", comenta sobre el proceso de integrarse al equipo de la fábrica que emplea a 250 personas, de las cuales 110 son ciegos legales o totales.

Mientras recorre la instalación, Vázquez va señalando a los empleados ciegos que, a simple vista no se pueden distinguir de sus colegas con visión normal. Todavía parece asombrarse cuando los ve inclinados sobre la estación de trabajo cosiendo bolsillos y pegando botones.

"Es increíble ver a una persona ciega coser", explica el padre de tres hijas.

Conoce las historias de cada uno, de dónde vienen, por qué no pueden ver o cuán severa es la condición que les afecta la vista. Sus empleados tienen edades que fluctúan entre 24 y 70 años. Vázquez cuenta que la mayoría no nació ciego sino que han perdido la visión por un accidente o una enfermedad.

"¿Sabías que el largo del bastón depende del paso de la persona. Si camina rápido el bastón es más largo", indica Vázquez, demostrando con el comentario los conocimientos que ha adquirido en el último año.

El ejecutivo de repente detiene su marcha y se le acerca a un hombre que trabaja afanoso en una máquina de coser. Le coloca la mano en el hombro para dejarle saber que está ahí, y espera a que el operario se gire en su silla para presentarle a los visitantes y pedirle autorización para que lo fotografíen.

Se trata de Edward Rodríguez Palermo, de Cabo Rojo, quien es totalmente ciego. Luego de un breve saludo sigue imperturbable su labor de coser un pedazo de velcro a la tela del pantalón de fatiga que elabora la empresa para una rama militar.

Con sus dedos se asegura de que la tela y el velcro están bien colocados en la máquina de coser. Y cuando termina de dar las puntadas, vuelve a palpar la pieza para asegurarse de que las costuras quedaron como debían.

Rodríguez Palermo detecta un error y coloca aparte esa pieza. Al completar el resto de la estiba, vuelve a tomar el pedazo defectuoso para rehacerlo.

"Los mejores porcentajes de calidad los tienen los ciegos porque uno que ve hace las cosas automáticas y no es tan cuidadoso", dice Vázquez, quien anoche fue galardonado como el Industrial del Año por la Asociación de Industriales de Puerto Rico.

El gerente de operaciones menciona que la fábrica recibe escuelas, en ocasiones vocacionales, para que aprendan sobre el proceso o se inspiren con la ética de trabajo de los empleados de Winston Salem.

"Esta es una enseñanza de vida", expresa.

Winston Salem Industries for the Blind es una empresa sin fines de lucro que pertenece a la organización National Industries for the Blind (NIB), y se fundó en 1936 en Winston Salem, Carolina del Norte. 75 años más tarde, son el empleador más grande de personas ciegas en Estados Unidos, con más de 400 entre sus tres plantas, en Winston Salem y Asheville, Carolina del Norte, y Mayagüez, Puerto Rico.

La empresa manufactura textiles y ropa, colchones, espejuelos y materiales de oficina para clientes gubernamentales y comerciales.

Vázquez comenta que cuando Winston...

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