'Fue un orgullo'

Por Antolín Maldonado Ríos

arios@elnuevodia.com

Si bien es cierto que tras el debut en 1942 del primer puertorriqueño en Grandes Ligas (Hiram Bithorn) pasó un par de décadas para que comenzaran a surgir algunas de estas combinaciones ofensivas, cuando emergieron comenzaron a ser más frecuentes e impactantes.

Pregúntele al macetero Juan 'Igor' González, que junto a su compueblano vegabajeño Iván Rodríguez, atemorizaron a los lanzadores de la Liga Americana en las temporadas de 1996 a 1999, en las que ganaron tres premios de Jugador Más Valioso entre ambos.

En ese periodo de cuatro campañas, dispararon entre ambos 268 cuadrangulares e impulsaron 927 carreras, para promedios por año de 67 bambinazos y 232 anotaciones.

"Para mí, jugar esos años con Iván fue una satisfacción y un orgullo grandísimo porque los dos somos del mismo pueblo, y recuerdo siempre que éramos trabajadores incansables. Trabajamos duro y nos ayudamos mucho en el bateo", recordó Igor, con emoción en su voz.

"Gracias a Dios nosotros tuvimos éxito para deleite no solo de nuestra fanaticada en Texas, sino también en Puerto Rico y en Vega Baja".

González, el otrora jardinero que jugó para Texas 11 temporadas entre 1989 y 1999, destacó también que los boricuas en Grandes Ligas vivieron una "época dorada", según dijo, en la década de 1990. Así lo recordó pues siempre veía en esos años a varios puertorriqueños liderando distintos departamentos ofensivos, tanto en sus equipos, como a nivel de la Liga Americana o la Nacional.

"Abrimos puertas y motivamos a la vez. Dios nos va a premiar, porque va a venir un 'boom' de nuevo. Yo espero que sea pronto, porque lo necesitamos".

Para González, la diferencia para que esa época se repita no depende exclusivamente del talento, porque está convencido de que lo sigue habiendo. La diferencia la hará, según él, la dedicación que tengan los prospectos y la motivación para lograr sus metas.

Igor también recordó con emoción la pareja que hizo, aunque por un solo año en el 2001, con el actual miembro del Salón de la Fama, el intermedista Roberto Alomar.

"Para mí fue un año inolvidable también. Es como mi hermano. Aprendí mucho de él cuando estuve allá en Cleveland. Un gran ser humano y tremendo jugador. De verdad que duró poco (la unión), pero fue un año bien fructífero para ambos y ayudamos al equipo a llegar a los playoffs".

Ese año los Indios se eliminaron en la serie divisional contra los Marineros de Seattle, que ese año terminaron la fase...

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