Orgullo de Monte Hatillo

Por Luis Santiago Arce

larce@elnuevodia.com

Más ahora que la querendona de la comunidad acaba de convertirse en medallista de oro de boxeo femenino en los recién concluidos Juegos Panamericanos Guadalajara 2011.

"Es un orgullo, parece que Dios la mandó a este planeta a luchar por su patria y por sus amistades. Todo aquel que la ama y la quiere es por el trabajo que ella ha tenido, por el empeño de ver su gente en buenas manos", dijo don Leoncio Rodríguez, conocido como Don Bolo, quien a sus 100 años de juventud aún es el curandero y masajista de la comunidad.

"Espero que siga así, que Dios todavía aún le va a prometer mucho más todavía con el favor de Dios y la Virgen del Carmen", agregó el centenario personaje a las afuera del Centro Head Start de Monte Hatillo, donde Tapia tiene matriculada a su hija Angelianys Cruz.

Sobra decir que el lugar se conmocionó con la llegada de Tapia con su medalla en el cuello, convertida ahora en campeona panamericana, no como la madre que a diario deja a su hija para cumplir con sus obligaciones, aunque la niña en estos días está junto a familiares en Estados Unidos mientras la boxeadora buscaba su gloria deportiva en suelo mexicano.

"Es un orgullo para mí. Es como si fuera mi hermana y me siento bien pasando esta experiencia también con ella", indicó la también boxeadora del Gimnasio de Monte Hatillo, Laruschka Santos, quien reside en Berwind.

Idéntica emoción provocó la llegada de la atleta a la Escuela Elemental Jardines de Monte Hatillo, donde estudió hace unos años al tiempo que comenzaba a dar dotes deportivos y en el baile.

"Cuando ella estaba en quinto grado empezó en el boxeo y yo le decía: 'Kiria, con esa cara tan bonita y te la van a llenar de dedos'. Ella se moría de la risa, persistió y mira lo que logró. Todos estamos súper orgullosos", subrayó la otrora maestra del plantel elemental, Mercedita Acosta.

Tapia, ahora residente en Monserrate Towers de Carolina, se ha convertido en modelo de superación para su comunidad, y todo el País.

"No esperemos que nos traigan oro, plata y bronce para meterse a nuestras comunidades. Vamos a meternos siempre, día a día, porque aquí hay mucho talento de deporte y les encanta el deporte", enfatizó la presidenta de la Junta de Residentes de Monte Hatillo, Tomasa Rodríguez.

También ha servido para unir, al menos por unas horas, a las comunidades de Monte Hatillo, Berwind y Monte Park, cuyos elementos del bajo mundo libran hace años una guerra por la supremacía...

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