Más oscuro

Yara Liceaga

Leo a Katsy y reflexiono sobre los supuestos en donde se inscribe mi propia negritud. Cómo me lee el mundo cuando me ve llegar. Sin haber dicho ni ji, qué cosas automáticamente dicen de mí mis caderas -por decir algo- mi pelo o mi figura. Tres elementos asociados directamente con "lo negro" en mi caso, pero que jocosamente (excepto los cabellos rizados) heredo de mi madre blanca (hecho que vuelve mi reflexión mucho más problemática).

Le escribo a Katsy luego de leerla y le cuento mi relación con el color con el que me identifico: no fue con Ángela María Dávila mi acercamiento de "orgullo negro" en principio sino con la norteamericana Jill Scott desde su vídeo de "A Long Walk", por allá por los noventa, cuando tenía veintitantos. Negra, corpulenta y feliz Jill Scott era en definitiva alguien que "me representaba". Algo abonó mi papá, profundamente influido por el movimiento de las Panteras Negras estadounidenses, cuando nos afirmaba una y otra vez que "black is beautiful"...

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