Padre de Anhang se desahoga

"Fue bien emocional… Tener que revivir todo, a unos pies de (distancia de) las tres personas que habían asesinado a mi hijo… eso no fue fácil".Abraham Anhang intentaba describir con estas palabras cómo vivió el juicio federal por el asesinato de su hijo, Adam Anhang, en el que resultó convicta la viuda, Áurea Vázquez Rijos, junto con la hermana y el excuñado de esta, Marcia Vázquez Rijos y José Ferrer Sosa."Claro que fue bien emocional. Fue bien drenante, bien emocional tener que sentarse por más de 20 días, cerca de las personas que asesinaron a mi hijo", expresó Abraham. "Así es como trabaja el sistema y acepto eso".Abraham conversó con El Nuevo Día -vía telefónica- desde su hogar en Winnipeg, Canadá, a donde regresó dos días después del juicio, hace una semana.Después de 13 años involucrado en la pesquisa para esclarecer el asesinato de su hijo, Abraham describió el estado de su familia como de "un gran alivio", aunque no elaboró mucho en los sentimientos que los embargan desde el veredicto de culpabilidad.Asimismo, indicó que no estaba sorprendido por las declaraciones recientes que hiciera Carmen Rijos, madre de Áurea y Marcia, insistiendo en que sus hijas son inocentes."Pero lo que tiene que entender es que un jurado de ciudadanos de Puerto Rico tuvieron que escuchar más tres semanas de evidencia y no le creyeron a su hija", sostuvo Abraham."Obviamente, creemos que Áurea es culpable. Simplemente dejamos que las cosas siguieran su curso", agregó.Con ese mismo sentir, indicó que si la abogada de Áurea, Lydia Lizarríbar, "va a apelar, que lo haga. Ese es su trabajo, que apele"."No funcionó frente a un jurado y no creo que funcionará frente a un panel de jueces. Lo dejamos en manos de ellos", manifestó.Desde hace años, se sabía que Abraham estaba familiarizado con parte de la prueba que tenía la fiscalía federal, pues les ayudó desde el inicio de la pesquisa.A medios de prensa en Canadá, en el 2014, Abraham habló de cómo acudió al Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas inglés) cuando un juicio estatal dejó preso a Jonathan Román Rivera, pues entendía que algo no estaba bien.Contrató a un detective privado en Italia que ayudó a recopilar información para las autoridades, que no podían extraditarla desde ese país por no tener acuerdos de ese tipo con Estados Unidos.Lo que no se esperaba era que Áurea y José decidieran sentarse a declarar. Particularmente en el caso de Áurea, entendió que fue perjudicial para su...

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