Padres II

Welmo Romero

La figura del padre y sus reprensentaciones apuntan invariablemente a las nociones de control, poder y autoridad. Por tal razón aquel padre entró como perro por su casa, ordenando a todos sus hijos de cómo tenían que limpiar la caca del preferido. Y señores, es harto conocido que cuando el padre habla, sus hijos obedecen incondicionalmente, se mueven como hormigas laboriosas y hasta son capaces de cerrar filas y auto-incriminarse.

¿No sucedió esto con las primarias electorales de aquella ciudad de rotondas? El padre de dicha ciudad es un señor padre, semental que maneja la lata y crea belleza de la chatarra.

Pero volviendo a nuestro padre en cuestión, es improbable que a cualquiera de nosotros nos hubieran dejado caminar por el frente de aquél cuerpo inerte posicionado con una gestualidad tenebrosa cual maniquí de museo de cera.

Porque hay padres y hay padres y no es lo mismo ser padre en la esfera federal que en la finca colonial. El primero...

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