Un país, dos sistemas
China
Por Mariana Lafont
Hong Kong desarrolló un estilo propio y único por la presencia británica -haciendo que la influencia occidental fuera mucho mayor que en el resto de China- y porque durante la época de Mao Tse-Tung, pudo mantener costumbres y tradiciones culturales que en el resto del continente se prohibieron.
Así, mientras que en el resto de China se promovió el mandarín y los caracteres simplificados como lengua oficial, aquí se mantienen el cantonés y los caracteres tradicionales.
Además surgió una cultura popular expresada a través del cine, la música y las novelas de entretenimiento. Aquí se siguió adelante con el cine y la música que se habían desarrollado en Shanghai hasta 1949 y Hong Kong es hoy uno de los principales centros de producción de cine, música y literatura popular de Asia.
Y en la Avenida de las Estrellas - bella costanera en la bahía Victoria- hay esculturas que rinden homenaje a los grandes talentos como el legendario Bruce Lee.
De día es un buen paseo donde corre una linda brisa y se aprecia el paisaje de rascacielos de la ciudad. De noche la cita es a las 20 en punto para ver Sinfonía de Luces, fabuloso show sincronizado de música, luces de colores y rayos láser que salen de varios edificios. El mejor lugar para verlo es en Tsim Sha Tsui, entre la Avenida de las Estrellas y el Centro Cultural de Hong Kong. Otra opción es verlo desde el agua en alguno de los tours por la bahía.
Recorrer la isla de Hong Kong puede llevar al menos dos días. De Kowloon se va en metro o en el centenario Star Ferry admirando la bahía. Una vez del otro lado parece como si uno se hubiera metido dentro de una maqueta de arquitectura.
La geometría perfecta de los edificios (que en su interior alojan a poderosos bancos y grandes compañías) asombra y abruma. Desde Kowloon uno imagina que toda la isla está llena de torres pero éstas sólo ocupan la franja costera y se concentran en las áreas de Central, Admiralty y Wan Chai.
Después de Nueva York, Hong Kong es la ciudad con más rascacielos del mundo. Para verlos, de día o de noche, un clásico es ir al Victoria Peak, el mejor mirador de la ciudad.
Se sube en bus, taxi, a pie o en el Victoria Pike Tram pero al atardecer la fila en el histórico funicular es larga. Otra opción (gratuita) para tener una buena vista de Kowloon es ir al mirador del piso 43 del Banco de China (lleve pasaporte).
Esta torre, de aluminio y cristal, tiene 70 pisos y mide 369 metros. Fue construida en 1989 y hasta...
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