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¿De qué país estamos hablando?

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Vincent

EDGARDO RODRÍGUEZ JULIÁ

ESCRITOR

Ya, hoy por hoy, a la altura del final de la primera década del siglo XXI, después de varias décadas de Puerto Rico me encanta, Puerto Rico lo hace mejor y ese nacionalismo "light", liviano, adscrito a nuestras cada vez más azarosas ejecutorias deportivas, me pregunto si el Estado Libre Asociado como cuestionada marca de un país aparte ha llegado a su fin. Después de todo, Luis Muñoz Marín siempre fungió como líder latinoamericano, protagonista de aquella llamada izquierda democrática -Betancourt, Figueres, Bosch- licenciada por el Departamento de Estado U.S.A. Hasta llegó a conspirar, desde La Fortaleza, contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

Reconozcamos que la distancia que ha recorrido el país desde Muñoz Marín hasta Fortuño sugiere, precisamente, la desaparición de Puerto Rico como país aparte. Veamos los datos. Ya más de la mitad de los puertorriqueños viven en Estados Unidos continentales, según las últimas estadísticas del censo, citadas por el antropólogo Jorge Duany en un artículo reciente. Es decir, la mayoría de los puertorriqueños ya vive la estadidad. Y cada vez nacen menos puertorriqueños en la isla. La tasa de natalidad boricua es mayor allá que acá, dato que quizás explique, en parte, la epidemia de maltrato a menores que vive la isla; cada vez queremos menos nuestra progenie.

En la era muñocista la emigración al Norte se veía como una válvula de escape para aliviar la gran presión demográfica sobre la industrialización del país. O sea, en la medida que sacábamos puertorriqueños de la isla, nuestro bienestar, aquel "progreso" que se vivió, era más notable. Hoy día la emigración a los Estados Unidos a causa del mayor desempleo funciona de manera similar, aunque con una gran diferencia: el Norte no significa trabajo estacionario o estadía en el frío con la añoranza del regreso. Los puertorriqueños que emigran a la Florida central viajan con el propósito de rehacer definitivamente sus vidas allá. ¿Terminaremos nuestra existencia como país aparte con dos grandes "ghettos", uno en el Norte y el otro en el Caribe? Los cubanos tienen un país y una indudable base de poder político en uno de los estados claves para cualquier elección en Estados Unidos. Nosotros tenemos una estadidad cumplida mediante la emigración y un "ghetto" colonial...

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