Un país que parece un sendero
Turismo de Aventura
Para vivir plenamente la selva, hicimos un 'trekking' por uno de los tramos del Sendero de Chile, que atraviesa los dos Parques Nacionales donde el bosque se aprecia en todo su esplendor. A saber, el parque Vicente Pérez Rosales y el Puyehue.
. La travesía comenzó en Puerto Varas, bordeamos el lago Llanquihue y nos internamos en el bosque hasta ver las turquesas aguas del río Petrohue y sus famosos saltos.
. Bajamos en Ensenada y nos embarcamos por el lago de Todos los Santos, que en un día soleado tiene un increíble color verde esmeralda y está rodeado de tres imponentes volcanes nevados: el Osorno, el Puntiagudo y el Tronador.
La mitad del grupo se embarcó en coloridas lanchas y la otra en kayaks, bajo la lluvia y un cielo gris. Navegamos durante una hora y media hasta el Puerto El Callao. Estaba previsto que hubiera "pilcheros" para cargar mochilas, pero había llovido tanto y el río estaba tan crecido que los caballos no pudieron cruzarlo y tuvieron que quedarse a unos cinco kilómetros de allí. El primer día no sería fácil ya que el terreno estaba resbaladizo.
. A una hora de marcha -y habituados a ir mojados- encontramos a los pilcheros, les pusimos las mochilas y cruzamos dos pasarelas colgantes de madera sobre el furioso y turbio río Sin Nombre. Si bien la senda no era empinada, el clima la hizo más complicada y no permitía parar a apreciar el increíble entorno. El primer día caminamos 10 kilómetros en cuatro horas y media.
. Una vez en el Refugio Dos Cóndor (sin la "e" y "s") de Rudi Yefi y familia, nos quitamos todo lo mojado e invadimos la cocina a leña colgando medias, remeras, botas y abrigos para que se secaran. Cada uno se acomodó en una habitación del refugio de madera que Rudi levantó con sus propias manos. Don Yefi nació en 1947 cerca de su actual rancho y Laura, su esposa, nació en Playa Blanca, otra zona del lago de Todos los Santos, se casaron en 1975 y tuvieron siete hijos. Bajan a Puerto Varas una vez al mes y al Callao una vez por semana para recibir productos que no genera el campo. Una vez cambiados, Laura sirvió una suculenta cena, pero lo más jugoso fue la sobremesa con los anfitriones quienes contaron su historia y vivencias.
. A la mañana siguiente había caído una fuerte helada y el sol asomaba tímidamente, descongelando el pasto y generando bruma. Partimos a las Termas del Callao disfrutando la selva valdiviana, con inmensos troncos de mañíos, delicadas orquídeas, lianas trepadoras y...
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