La pájara pinta

En tiempos medievales cuando el príncipe se enojaba sobrevenía el cadalso y el campesinado de inmediato bajaba los truenos. En nuestro país ni una cosa ni la otra porque donde no hay un príncipe no bajamos los truenos, pero algunos actuamos de manera impredecible como lo hace la pájara pinta en los campos que no sabe llorar y va de rama en rama cantando su tristeza.

Otros cotorrean buscando remedios a nuestra tristeza la que tiene muchos vericuetos, y como dice el refrán de cualquier maya sale un ratón, de repente y por arte de magia nos llega del norte una entidad gubernamental cuasi autónoma, con remedios caseros a nuestros embelecos.

En un momento de brillantez chaplinesca nuestro príncipe del norte se inventó un proceso de vigilancia fiscal para remediar nuestra tristeza, la que nos guste o no...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR