Elásticas palabras
Por Ana Teresa Toro
ana.toro@elnuevodia.com
El festival y algunos de sus autores "brincaron el charco" como lo hiciera -y sigue haciendo- una generación de puertorriqueños cuyas experiencias de vida han dado pie a más de un delirio con relación a su identidad. Perspectivas similares a las de los cientos de miles de inmigrantes que, de todas partes del mundo y en particular de América Latina, han saltado el mismo charco sin pasaporte azul y, en muchos, casos sin visa para ningún sueño.
Por eso, no es de extrañar que en tiempos en donde los traslados son cada vez más naturales y las fronteras más difusas y elásticas, un festival literario que nace de Puerto Rico haya tenido como lema "Sueños y delirios de la identidad".
"En Nueva York no existía un festival como este y un tema como la identidad en este contexto es un asunto universal", comentó el coordinador del festival en Nueva York, el escritor Charlie Vázquez.
"Puerto Rico es una de las patrias de la lengua española pero es una de las fronteras y es muy interesante desde la periferia de la lengua convertirnos en el centro", comentó en San Juan el escritor peruano Fernando Iwasaki.
Al igual que él autores procedentes de Angola, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Martinica, Líbano, México, Nicaragua, Perú, Portugal, Uruguay, Venezuela y Puerto Rico disertaron durante ambas jornadas acerca del tema de la identidad y la multiplicidad de reflexiones que de ella se desprenden.
Nombres como la flamante ganadora del Premio Cervantes Ana María Matute, -quien a sus 85 no vaciló en tomar varios aviones y participar de ambas jornadas del festival- o los de figuras como Junot Díaz, Oscar Hijuelos, Guillermo Arriaga, Ernesto Cardenal, Andrés Newman, Santiago Roncagliolo, Jorge Volpi, Santiago Gamboa o Magali García Ramis a quien se le dedicó el evento en el marco del 25 aniversario de "Felices días Tío Sergio", entre otros tantos, son evidencia -según José Manuel Fajardo, director de programación del festival- de que "tiene que estar pasando algo muy interesante para que estas personas acepten la invitación".
Con una inversión de alrededor de $ 400 mil procedentes de fondos públicos y privados el Festival logró -según sus organizadores- impactar en el País a alrededor de diez mil personas tanto en los eventos principales que ocurrieron en el Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan, como en las 30 escuelas que...
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