PANTERAS Rojinegras
Por Luis Santiago Arce
larce@elnuevodia.com
Con su brillante y consistente actuación, los refuerzos Mike Harris y Ike Diogu se han echado en el bolsillo a toda la ciudad, convirtiéndose en máximos ídolos de la enorme fanaticada de los Leones de Ponce, activos en la serie final del Baloncesto Superior Nacional (BSN) ante los Piratas de Quebradillas.
Solo bastó compartir unos minutos con ambos canasteros en un encuentro casual con El Nuevo Día en los predios del histórico Parque de Bombas de Ponce para sentir el impacto que tienen en la gente.
Los pedidos de fotos, besos, abrazos y saludos llovían con más intensidad que los aguaceros que cayeron en toda la Isla, al punto que hubo que llevarlos a toda prisa al interior de la contigua tienda de 'souvenirs' Tua Tua, a orillas de la legendaria Plaza Las Delicias, para realizar una entrevista en relativa tranquilidad. Ambos tienen experiencia previa en la Isla, Harris con San Germán y Diogu con Arecibo, pero Ponce se ha convertido en algo especial. "Lo amo. No puedes ir a ningún sitio sin ser reconocido y eso es divertido. Fui hoy (jueves) temprano al cine con mi hija y todos me pedían fotos. Esas son las cosas que abrazas como atleta. Cuando ganas, todos te aman y tienes que estar preparado para eso", dijo Harris, cuya labor y permanente sonrisa se han ganado el cariño de los ponceños, incluyendo a su compueblano y dirigente de los Leones, Nelson Colón.
"Ya son grandes figuras, y la gente les ha cogido mucho cariño. No tienen break donde quiera que van", destacó Colón, y el fanático Héctor Salcedo, de La Cantera, comentó que Harris y Diogu "están cargando al equipo. Sin ellos no podíamos llegar a la final. Son tremendos refuerzos, consistentes con su trabajo y se ve que ya se sienten ponceños, como si fueran familia... esa gente le da alegría a la fanaticada".
Previo a la campaña, Harris mantuvo comunicación con Diogu y Colón, su dirigente en las dos temporadas pasadas en San Germán, recibiendo informes y fotos del fervor que les esperaba en Ponce, cuyos Leones llevaban par de temporadas en receso.
"Pensaba que estaban exagerando, pero no exageraban... y eso me motivó. He sido bendecido con la oportunidad de jugar en NBA, en coliseos llenos, pero nunca antes había llegado dos horas antes del juego a un estadio repleto de gente, muchos esperando afuera y muchos que nos acompañan a los juegos en la carretera. El apoyo aquí es por mucho uno de los mejores que he visto dondequiera que he jugado y...
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