'Mi papá ha sido una inspiración'

Carlos Arroyo colgó hace tres años sus zapatillas tras una exitosa carrera como armador a nivel local en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), en la NBA, en Europa y como uno de los principales rostros de la Selección Nacional durante 15 años.Antes de saltar al profesionalismo, Arroyo pulió sus habilidades en el baloncesto de la NCAA en la Universidad de Florida International (FIU). Fue una etapa relevante en su desarrollo como jugador.Y a partir del próximo año, una integrante de su familia vivirá esa experiencia colegial. Y no será en el baloncesto, sino en la disciplina de la malla alta.A sus 17 años, su hija Gabriella, llegó a un acuerdo con la Universidad de Dayton en Ohio para el año entrante comenzar su carrera en el voleibol colegial en la División I de la NCAA como líbero-esquina.Fue momento de celebración para la familia y así Arroyo lo compartió en las redes sociales. Y para Gabriella fue un sueño desde que comenzó a jugar a los ocho años cuando su padre militaba en la liga de Turquía en 2013."Estamos bien contento y bien orgullosos de ella", dijo Arroyo a El Nuevo Día."Te puedes imaginar. Uno se desvive por los hijos de uno y ver el fruto de sus sacrificios. Papá y mamá (Xiomara Escobar) se desviven por ponerla en el mejor carril posible y que ella se encargue del resto. Es algo bonito que ves desde que era pequeña, llevándola a las canchas, como hacían los viejos conmigo. Le das los consejos en el carro camino a la casa. Todo eso y llegar al momento que se compromete a una escuela es un orgullo bien grande. Se lo merece", agregó el exbaloncelista.Gabriella, de 5’′8"″ de estatura, se gradúa el próximo verano de la Escuela Superior Westminster Christian en Miami.Gabriella conversó con El Nuevo Día sobre su logro y su deseo de convertirse en voleibolista profesional en el futuro, inspirada por las hazañas de su progenitor."Mi papá siempre ha sido una inspiración para mí, siendo un atleta en general. Pudo haber jugado voleibol cuando era joven, pero estuvo en un deporte completamente distinto. Pero, me enseñó muchísimo en ser una buena atleta y una buena...

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