¿En otra parte o en otra Cuba"

YOANI SÁNCHEZ

FILÓLOGA Y BLOGUERA

Me siento entonces como un bicho raro cuando aseguro a los amigos que para mí la vida no está en otra parte, sino en otra Cuba. En ese país futuro donde nadie será penalizado por su opinión y donde no necesitaremos de una autorización para entrar o salir de nuestras fronteras insulares. Aunque parezca lejana esa nación, el primer paso para lograrla ya está dado y es el aumento de la crítica ciudadana que ha obligado al gobierno a comenzar con tímidas transformaciones.

Desde mediados de 2008 los nacionales podemos tener un contrato de telefonía móvil, hospedarnos en un hotel y comprar legalmente una computadora, pero eso no ha aliviado sustancialmente nuestra cotidianidad. Seguimos atenazados por la dualidad monetaria que implica ganar los salarios en una moneda y precisar de otra para adquirir buena parte de los alimentos. También ha comenzado una reducción drástica de los empleos estatales que se espera deje en la calle a más de un millón de personas.

Cuba marcha hacia un neoliberalismo de uniforme verde olivo, hacia una terapia de choque que niega todos los manuales de marxismo. El propio gobierno ha tenido que implementar medidas drásticas para tratar de enderezar las finanzas, en un país donde mi generación apenas si ha vivido cortos períodos de bonanza.

Por otro lado, la lentitud en implementar las flexibilizaciones económicas ha sido tal que hasta los militantes del Partido Comunista, hasta hace poco confiados en el pragmatismo del General, se han sentido defraudados. Ni la entrega de tierras ociosas -en usufructos de diez años- ha logrado bajar los precios de los vegetales y las frutas, ni la ampliación del empleo por cuenta...

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