Me rehúso a ser parte de las estadísticas

Alessandra Correa

Presidenta de Puerto Rico Gourmet Products

Nuestros jóvenes profesionales están dejando la Isla en busca de mejores oportunidades de empleo y una mejor calidad de vida.

El tema me toca muy de cerca. Los que me conocen bien, saben sobre mi resistencia de irme a trabajar fuera de Puerto Rico.

Aun así, este escrito no tiene la intención de juzgar a aquellos que han tomado la difícil decisión de irse a Estados Unidos o a otros países, donde las oportunidades para crecer profesionalmente sobran.

Todos ellos tienen mi respeto y admiración, porque no es fácil empacar y dejar atrás a sus familiares y amistades en busca de lograr un mejor futuro.

Tengo que confesar que gran parte de mis mejores amistades e, incluso, mi propio hermano se vieron obligados a partir ya que no encontraron en Puerto Rico oportunidades para crecer profesionalmente, específicamente en el área de la ingeniería.

Es impresionante ver como todos ellos han subido como la espuma en sus respectivas compañías. Ver como le han dado la vuelta al mundo en viajes de negocio y han puesto el nombre de Puerto Rico bien en alto. Eso me llena de orgullo.

Sin embargo, recientemente estuve en la fila de un supermercado en San Juan y escuché una conversación en la que una persona comentaba en voz alta "los jóvenes profesionales que echan pa'lante son los que se van pa Estados Unidos. Los que se quedan aquí son unos quedaos".

Ante el comentario, me quedé callada aunque con ganas de decirle 1,000 cosas. Sentí coraje y frustración. Sudé frío.

Pero por encima de todo sentí preocupación que este fuese el pensar de otras personas en esta sociedad. Motivada en ese comentario me propuse hacer este escrito.

No estamos ajenos a la difícil situación que vive el país. Es una pesadilla no poder ni tan siquiera salir a compartir con nuestras amistades en un ambiente de paz, sin que por un momento te pase por tu mente el que alguien te pueda entrar a tiros.

Vivimos presos en un país donde los criminales son los dueños de la calle. Sin comentarles la difícil situación económica que atravesamos y el elevado costo de vida. Cada vez que algún amigo que vive en Estados Unidos me dice cuanto paga de luz, es como si me echaran un balde agua fría.

Sé que al igual que a mí, a muchos de ustedes les ha llegado esa oportunidad para irse a trabajar a Estados Unidos y por diferentes razones y motivaciones hemos decidido prestar nuestros conocimientos y talentos a esta Isla.

Eso no quiere decir que somos...

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